Si
hiciésemos una encuesta a la ciudadanía de Crevillent creo que no me
equivocaría si digo que la gran mayoría contestaría que prefieren tener una
ambulancia de Soporte Vital Básico (SVB) por la noche en el Centro de Salud de
Crevillent antes que esté en Elche.
Ya sé que no
soy adivino y que es una obviedad la respuesta, por principio nadie actúa
contra sus propios intereses y en este caso, no va a elegir un mayor tiempo de
respuesta en una emergencia o en una urgencia cuando está en juego su
integridad física o la vida misma.
Hasta si le
preguntamos al Sr. Alcalde de Crevillent y fuese capaz de contestarnos con
sinceridad diría lo mismo. Aunque discrepemos en muchos temas no considero a César
Asencio ni un loco ni un desalmado.
Por eso, es
inevitable la siguiente pregunta y la consiguiente respuesta. Si el Sr. Alcalde
coincide con la inmensa mayoría de la población de que es mejor que la
ambulancia esté aquí, entonces, ¿por qué no lucha y defiende los intereses de
los crevillentinos a los que representa que son también los suyos? En esta
lucha se puede ganar o puede perder pero nadie le reprochará, al menos, haberlo
intentado.
Pero para
despejar dudas vamos a plantear un segundo supuesto en aras de contribuir a
explicar el por qué un alcalde no se pone a la cabeza de una protesta que avala
la inmensa mayoría.
Supongamos
que el Sr. Alcalde tiene dudas razonables de que la mayoría de la ciudadanía
quiera tener la ambulancia en Crevillent y prefiere que esté en Elche entonces,
debería promover una consulta popular para mostrar su parecer en algo tan
importante como es disponer de un SVB durante las 24 horas en Crevillent. Hay
pocas cosas tan importantes como unos minutos de respuesta temprana para salvar
la vida de alguien.
Una
consulta popular no es un demérito para un gobierno municipal en cambio, sí es
un instrumento de participación ciudadana donde el ámbito más propicio es el
municipal.
Dicho lo
dicho, no estoy reivindicando ni exigiendo que se haga en estos momentos una consulta
popular, aunque no tendría inconveniente en apoyarlo pero creo que en este tema
tal como están las cosas, no es necesario porque ya hay una plataforma que lo está
haciendo recogiendo firmas con un más que estimable éxito en tan poco tiempo:
más de tres mil firmas en varias semanas y no acaba aquí la cosa.
Es por ello,
que si estamos ya ante una evidencia de que es siempre mejor tener la
ambulancia en casa y además corroborada por más de tres mil firmas, entonces mi
pregunta es qué narices hace el Alcalde rehusando la invitación de encabezar
esta justa causa y emprendiéndola contra la plataforma que reivindica la
ambulancia en Crevillent y qué narices hace el Sr. Cesar Asencio que no
defiende los intereses de quienes los eligió.
A mí se me
ocurren varias respuestas a todas estas preguntas. La primera es que esta
actitud es producto de un estado de locura transitoria, respuesta que descarto
ya de antemano como he dicho en un principio.
La segunda podría
ser la del enamoramiento, amor platónico o una fe ciega por los recortes en
sanidad y por el sufrimiento de la mayoría de la ciudadanía. Aunque
aquí no tengo tantas evidencias para descartar esta posibilidad supongo de
buena fe que mis adversarios políticos no han sido prisioneros por ese estado
de enamoramiento.
Entonces ya
no me quedan muchas respuestas que den luz a por qué un Alcalde rechaza
defender los intereses de sus ciudadanos en un asunto tan importante como el de
la ambulancia como así ha sido en otros municipio, donde alcaldes también del
PP se han puesto delante de la manifestación frente a la dirección de su
partido para protestar ante una decisión injusta como es recortar las
urgencias sanitarias.
La repuesta
que creo más plausible es que el Sr. César Augusto hace meses, por no decir
años, que está en otra onda, que ha decidido anteponer su carrera política y
mantener y conservar su estatus dentro de su partido antes que liderar la
defensa de aquellas causas que interesan a su pueblo, sobre todo si éstas
entran en conflicto con su partido.
Ha olvidado
el Sr. Alcalde que es el único miembro de la Corporación Municipal
que por ostentar la máxima autoridad municipal representa a la totalidad de los
vecinos tanto a los que le votaron y a los que no le votaron. Teóricamente
debía como Alcalde guardar cierta distancia formal con su propio partido y
atender a todos los vecinos y sus peticiones sin preguntarles el carnet o el
color político que tienen, por desgracia ya hace mucho tiempo que viene
practicando una política dirigida a satisfacer a los suyos. Pero en este caso tampoco,
ya que muchos de los suyos, muchos de sus votantes también quieren una
ambulancia 24 horas en Crevillent.
Es ahora
más evidente que la respuesta está en que primero es su carrera política, su
cargo como Vicepresidente de la Diputación y su cargo dentro de la dirección de
su partido.
Y lo mismo ocurre
con el macro vertedero que quieren colocar en la Sierra de Crevillent, en el
vecino término de Albatera a tan sólo 5 km en línea recta de nuestro núcleo urbano.
No es baladí este problema, ya que afecta también gravemente a los intereses
del municipio y de nuevo el Alcalde, no ha levantado la voz ni siquiera para
decir que se opondrán tajantemente a que sus vecinos respiren aire contaminado.
No sabemos si no quiere molestar tampoco al PP o al Sr. Ortiz, conocido y
popular empresario envuelto en algunos casos de corrupción junto con dirigentes
del PP y ahora adjudicatario del macrovertedero.
Solo puedo lamentar la actitud del Sr. César Asencio, que le hace incapaz de representar a este pueblo por mucha mayoría que disponga y que sea sólo sea capaz de representar los intereses del PP de la Comunidad Valenciana
Solo puedo lamentar la actitud del Sr. César Asencio, que le hace incapaz de representar a este pueblo por mucha mayoría que disponga y que sea sólo sea capaz de representar los intereses del PP de la Comunidad Valenciana
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